Más allá de la técnica fotográfica, los fotógrafos entrenamos habilidades que nos ayudan a expresarnos. No he leído mucho sobre ellos por lo que te voy a traer de vez en cuando, algunos de esos secretos en los que basamos la mayoría de nuestras imágenes.
Siendo niño para siempre
¿Sabes en qué se diferencian los niños de edades similares y de diferentes culturas? ¡En nada! Es cuando crecemos que aprendemos y nos enseñan a pertenecer a una sociedad concreta con sus costumbres y ritos, con modelos de relación específicos y reglas de conducta.
Cambia la ropa, los juguetes, los escenarios. Pero los niños de todo el mundo juegan a las mismas cosas, tienen la misma mirada limpia que intento emular cada vez que aprieto mi cámara contra mi cara, o sobretodo, cuando disparo desde el ombligo.
He aprendido en mis viajes a reconocer que los niños son el activo más valioso de todas las familias:
Por eso en este Secreto quiero contarte que siempre que quieras enseñar cómo es una cultura, una ciudad, un pueblo, un país, enseña los niños. Míralos y verás cuánto se parecen a esos que ves en tu cultura, en tu ciudad, en tu pueblo, en tu país.
Hermanos que se cuidan.
Niños que imitan a sus padres.
Juegos eternos.
Superando los miedos.
Colaborando en las tareas domésticas.
Enfadados.
Enamorados.
Para mi siempre son foco de atención. Son la prueba de que son muchísimas más las cosas que nos unen que las que nos diferencian.
La técnica fotográfica con los niños es sencilla. Nunca esperan que les dañes, te integran en sus juegos por pura curiosidad: eres tú el observado con atención y puesto a prueba.
Lleva a tus viajes a países desfavorecidos material escolar y busca una escuela para donarlo. Será una de las mejores experiencias de tu vida.
Juega a la pelota con ellos y deja que se expresen. No tienes que pedirles nada, ¡les encanta enseñarte sus universos!
Pon a prueba tus creencias: esta niña y su hermano están jugando en el cementerio de su aldea. En su cultura, los Toraja, entienden la muerte como algo natural y enseñan a sus niños a vivirla sin dramas, sin miedo.
No cometas el error de trasladar en tus fotos de niños tus puntos de vista críticos. Los fotoperiodistas ya se ocupan de las denuncias y de clamar contra las injusticias que ocurren en todos los territorios del mundo. Si viajas por placer y quieres enseñar una sociedad a través de sus niños, extrema el respeto, no juzgues y ríe con ellos.
¿Te acuerdas de cuando creabas mundos maravillosos con tus amigos más íntimos? Cualquier lugar era un lugar fantástico en el que ocurrían cosas extraordinarias todos los días.
Dobla las rodillas si quieres volver a mirar como un niño. Nunca subas la cámara más de un metro sobre el suelo y deja que tu cerebro se sorprenda con las cosas que pasan a esa altura.
Probablemente este sea mi secreto mejor guardado: procuro mirar siempre de abajo arriba y quiero que cada instante sea una sorpresa maravillosa. Amo sentir que todo es nuevo y lo percibo por primera vez.
Un niño siempre es sinónimo de naturalidad. Siempre es interesante y auténtico.
¿Hay algo más bonito que un niño siendo un niño?
No te olvides que como comportamiento de especie, los niños despiertan instintos naturales de protección. Esto en cámara es doblemente interesante porque es un plus de atención en tus fotos.
Y lo mejor de esto es que no pasa solo con humanos:
Nada genera más empatía que un niño o un bebé humano o animal.
Vuelve a tu niñez y sorpréndete con las tontás más tontas: una canica, un interruptor de la luz, una piedra, un tornillo, una mancha en la pared, …
Viaja a través de los niños, cuenta la versión más feliz de los lugares que visites con ellos y reconcíliate con la vida.
Epílogo
Hoy quiero recordar y recomendarte a Annie Leibovitz. Entre lo mucho que nos enseña esta genial fotógrafa, destaco la ausencia de juicio a sus modelos. Da igual las actitudes de ellos que enseñe, lo hace siempre con un respeto y profundidad increíbles. No dejes de ver su obra, es imprescindible.
Otros secretos
#LaFotoDeTuVida, Previsualización, Fotografía Ombliguera, El retrato I, El retrato II, El Retrato III
Muchas gracias Pablo. Unas de mis fotografías favoritas, los niños, su alegría e inocencia. Muchas gracias por este artículo. Un abrazo!
Gracias a ti por pasarte y comentar. Sé que es una especialidad que te encanta y que, además, se te da genial. Abrazaco!